miércoles, abril 20, 2005

Miedo a volar

Hay veces en la vida de una persona que pierde el valor.
Justo antes de enfrentarse a sus miedos se encuentran con que no pueden dar ese salto que los lleva a un lugar mejor.
Desde el abismo, es dificil mirar al hacia abajo, es complicado no marearse ante el color oscuro de un fondo infinito.
Desde el borde del acantilado, sentimos miedo ante lo que nos deparara el futuro.

Como bien decia Neil Gaiman, en miedo a volar, hay veces despues de saltar vueles, hay veces que te elevas sobre los problemas los superas y consigues todo los que quieres, te enfrentas al abismo y lo pasas por encima, sobrevuelas el acantilado y lo dejas atras.

Hay veces que te crecen alas, yo ya he conseguido mis dos alas, me han crecido junto a la espalda, las llevo con amor y cariño, las cuido para que me lleven alto.
Las comparto, para que nos lleven lo más alto posible. Las quiero tanto que hasta les he puesto nombre

Una se llama Cecilia y la otra Lorenzo, mis dos alas, las que me alejan del abismo, las que me libran del miedo, las que me llevan al cielo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Lorenzo, Cecilia: dos alas que te llevan lejos del miedo. Un miedo que uno evita, que todos debemos evitar. Pero quitarse el miedo, desembararzarse del miedo general, es sólo el paso posterior a darse cuenta que no estamos solos. Nos libramos del miedo cuando somos conscientes de que no vamos a caer al abismo solos, porque ni estamos suspendidos en el aire, ni exite abismo.

Otros estamos contigo. Siempre. Nos basta con un guiño. No aspiramos a ser alas, sólo a ser suelo donde posarte para que nos sonrías. Sólo necesitamos eso.

Anónimo dijo...

Lorenzo, Cecilia: dos alas que te llevan lejos del miedo. Un miedo que uno evita, que todos debemos evitar. Pero quitarse el miedo, desembarazarse del miedo general, es sólo el paso posterior a darse cuenta que no estamos solos. Nos libramos del miedo cuando somos conscientes de que no vamos a caer al abismo solos, porque ni estamos suspendidos en el aire, ni existe abismo.

Otros estamos contigo. Siempre. Nos basta con un guiño. No aspiramos a ser alas, sólo a ser suelo donde posarte para que nos sonrías. Sólo necesitamos eso.