Muchas veces cuando nos encontramos ante los demas nos vemos empujados a enmascarar nuestros miedos.
Miedo al fracaso, a no estar a la altura de lo que se espera de nosotros, miedo a no dar todo lo que podriamos dar, miedo a defraudar a las personas que nos importan o miedo, simplemente miedo.
Lo intentamos hacer que desaparezca con una mascara de indiferencia o otra de falsa seguridad.
Creo que tan solo debemos aceptarlo, asimilarlo y matarlo dentro de nosotros, dejar que el miedo se diluya en nuestra alma, arropado por amor, calor y la seguridad que generamos y que los demás generan en nosotros, de esta manera conseguimos vencerlo, superarlo, dejando las mascaras superfluas en el camino
3 comentarios:
Podemos encauzar esa inseguridad en autocrítica, scando fuerzas para seguir adelante.
Así sea. Un saludo.
Luis es sacando no scando
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